ÍNDICE
1. Introducción:
¿qué es una religión convencional? (2)
2. Exposición:
características de los acontecimientos artísticos. (2)
3. Teoría:
los principios de la teoría durkheimiana de la religión. (4)
4. Hipótesis:
la música es un fenómeno religioso. (6)
5. Justificando
el proyecto: aportaciones teórico-prácticas. (7)
6. Informe:
características de la encuesta. (9) *no está incluida
1.Introducción: ¿qué es una religión convencional?
El siguiente estudio pretende revelar las pautas para una
próxima investigación de las técnicas que permitan elaborar significados para
comprender los conceptos que se detentan en las manifestaciones sociales
asociadas con el arte en las sociedades contemporáneas seculares organizadas en
torno a las libertades legales y la distribución equitativa de los recursos
mediante la democracia política.
Hace cien años, en
1912, Emile Durkheim publicó Las formas
elementales de la vida religiosa, tomo en el cual recogía y estudiaba la
relación entre las religiones conscientemente llamadas básicas de la sabana
australiana, entre ellas el totemismo, con las religiones oficiales de Europa,
Asia y América. Allí describió cualquier tipo de comportamiento religioso en
función de que “la unidad del orden social humano se refuerza por asociación
simbólica con y por imitación del orden natural” (Kottak, 2007). Para elaborar
un estudio que relacione la conducta estética de los individuos con sus creencias
sobre elementos trascendentales, de todas formas, a lo mejor es sencillo tener
en cuenta la única máxima de que “los pecados son grietas en la disciplina
religiosa, del mismo modo que los delitos lo son de las leyes seculares”
(Kottak, 2007) y que cualquier ritual que no conlleve el riesgo, la pérdida, el
miedo o la violencia de alguno de sus miembros podrá entrar en el ámbito que se
busca.
Tomando por válidos los
valores que asociamos con eventos que son parte del ciclo de mercancías que nos
identifican, damos por válida la idea de que la música como fenómeno social y
cultural más allá del arte en sí, ha generado a partir de mediados del siglo XX
en occidente, una serie de prácticas (si se quiere conductas) y formas de
pensamiento a nivel individual y colectivo que ponen de manifiesto
características sociales y culturales propias de una religión.
Y
si el placer fuera solo ausencia de dolor,
y si el dolor se borrará como las manchas,
si hubiera tintes para el corazón,
no habría una razón por la que rimar hasta las tantas.
y si el dolor se borrará como las manchas,
si hubiera tintes para el corazón,
no habría una razón por la que rimar hasta las tantas.
YEMEN, KASE O.
2.Exposición: características de
los acontecimientos artísticos.
El
antropólogo Anthony F. C. Wallace ha definido la religión como “creencia y
ritual relacionados con seres, poderes y fuerzas sobrenaturales”. Lo
sobrenatural es el reino de lo extraordinario fuera (pero se cree que tocando
con) del mundo observable precisamente este es el primer problema: si definimos
la religión con referencia a seres, poderes y fuerzas sobrenaturales, ¿cómo
clasificamos el comportamiento similar al del ritual que se da en contextos
seculares? Bien sabemos que los ritos de paso suelen conllevar música, bailes,
canciones y adornos corporales especiales, además de otras manifestaciones de la cultura
expresiva, tal actitud artística puede combinarse con y usarse para apoyar una
actitud religiosa. Concretamente, algunas de las cuestiones planteadas en el
análisis de la religión también son aplicables al arte. Ambas definiciones, la
de arte y la de religión, hacen referencia a aquello que “está por encima de lo
ordinario” o a lo “extraordinario”. Los estudiosos de la religión puede que
hagan distinciones entre lo sagrado (religioso) y lo profano (secular). De
manera similar, los estudiosos del arte pueden hacer distinciones entre lo
artístico y lo ordinario.
Otra definición de la
religión se centra en la idea de grupos de personas que se reúnen regularmente
para practicar el culto. Estos congregantes o adheridos suscriben e
interiorizan un sistema común de significados. Aceptan (se adhieren o creen en)
un conjunto de doctrinas sobre la relación entre el individuo y la divinidad,
lo sobrenatural o lo que se tome como naturaleza última de la divinidad. Lo que
es estéticamente agradable se percibe con los sentidos. Generalmente cuando
pensamos en el arte tenemos en mente algo que puede ser visto u oído. Además de
tener en cuenta la situación de que experimentar el arte implica sentimientos a
la vez que apreciación de las formas. Las artes, a veces llamadas cultura expresiva, incluyen las artes
visuales, la literatura, la música y el teatro. La religión puede funcionar
entrando dentro de la gente y movilizando sus emociones (su alegría, su ira, su
sentido de la justicia y del bien).
Al igual que la
etnicidad o el lenguaje, la religión podría estar asociada con divisiones
sociales dentro de y entre sociedades y naciones. El comportamiento y las
creencias religiosas unen tanto como dividen. La participación en ritos comunes
puede afirmar, y por tanto mantener, la solidaridad social de los miembros de
una religión. Los rituales son actos sociales.
De modo inevitable, algunos participantes están más entregados que otros a
las creencias que subyacen a los ritos. Sin embargo, por el mero hecho de tomar
parte en un acto público conjunto, los participantes señalan que aceptan un
orden social y moral común, uno que trasciende su estatus como individuos. Los
rituales cumplen la función social de crear una solidaridad temporal o
permanente entre personas, formando una comunidad social. Esto se aprecia
también en las prácticas religiosas conocidas como totemismo.
Al estudiar la religión
transculturalmente, los antropólogos prestan atención no sólo a los roles
sociales de la religión, sino también al contenido y naturaleza de los actos,
acciones, eventos, procesos, entornos, practicantes y organizaciones
religiosos. También tenemos en cuenta manifestaciones de creencias religiosas
tales como oraciones, cantos, invocaciones, mitos, fábulas, cuentos, textos y
declaraciones sobre ética, normas y moralidad. En definitiva… Las artes
incluyen las artes visuales, la literatura (escrita y oral), la música y el
teatro. Estas manifestaciones de la creatividad humana se denominan a
veces cultura expresiva. Pero si se
adopta una actitud o una conducta especial cuando estamos frente a un objeto
sagrado, ¿hacemos algo similar cuando experimentamos una obra de arte? Según el
antropólogo Jacques Maquet (1986), una obra de arte es algo que estimula y
mantiene la contemplación. Obliga a la atención y a la reflexión.
Algunos
dicen que el fin está cerca.
Algunos dicen que veremos el Armagedón pronto.
Yo sinceramente lo espero.
Seguro podré usarlos como vacaciones.
Algunos dicen que veremos el Armagedón pronto.
Yo sinceramente lo espero.
Seguro podré usarlos como vacaciones.
ÆNIMA, TOOL
3.Teoría: los principios
durkheimianos de la religión.
Es probable que este tipo de estudios repercutan más
sobre los medios que nos servirán en el análisis de las realidades confrontadas
que los resultados preciosos que la experimentación puede sugerir en el método
y el efecto de los marcos teóricos, es decir, a lo mejor, nos damos cuenta de
lo que significa no convencional a costa de deconstruir la intención y el fondo
del concepto convencional, como estudiosos de la cultura, contenemos nuestros
impulsos a adquirir conceptos convencionales en todos nuestros experimentos ya
que pensamos que el magma simbólico altera cualquier realidad particular que a
pesar de ser precisada teóricamente no puede ser tomada nunca como un evento
convencional, es decir, que las relaciones entre conceptos son convencionales
pero su metamorfosis tiene una lógica particular y no convencional a no ser de
acuerdo con el tratamiento de la ciencia en general.
Los valores que
repercuten en el análisis por parte del investigador deben de ser tomados en
cuenta durante la realización de los marcos y sería imposible la comparación
sin una tarea previa de construcción de a
prioris técnicos pero sólo los agentes sociales, entre los cuales nos
encontramos todos definirán, de forma más bien indirecta y mediada por la
búsqueda de elementos convencionales, la naturaleza de dichos valores. También hemos
empezado el trabajo contribuyendo a una distinción entre conducta estética y
creencia en entidades trascendentales para observar los criterios de forma,
color, tamaño y textura de los gustos de un conjunto determinado de población.
Y este es el objetivo, sacar a relucir una relación entre los hábitos
culturales y las relaciones con el más allá.
Para Emile Durkheim, la
religión es un sistema de ideas por el que los individuos se representan la
sociedad a la que pertenecen y sus relaciones con ella. En este sentido
Durkheim también cree que las creencias son estados de opinión mientras que los
rituales son estados de acción. Sus definiciones recogidas en el libro Las
formas elementales de la vida religiosa, de 1912, contemplan la identidad
variable de las creencias religiosas ya que no las presenta como teodiceas, es
decir, como una filosofía práctica que sirva a la superación de los males del
mundo (enfermedad, dolor, miedo, muerte), sino que se presenta como una teoría
moral. Es decir, “pues las concepciones religiosas tienen como objeto, ante
todo, expresar y explicar, no lo que hay de excepcional y de anormal en las
cosas, sino al contrario, lo que tiene de constante y regular” (1912:63) y a
continuación sugiere una idea interesante que sirve de punto de partida para
nuestra interpretación del fenómeno Música como una faceta más de la religión
aunque este sea No Convencional desde el punto de vista de la sociedad secular,
Durkheim sostiene que “hasta en el interior de las religiones deístas, se
encuentra un gran número de ritos que son completamente independientes de toda
idea de dioses o de seres espirituales” (1912:71). Entre ellos nos encontramos
el concierto, la música como vehículo de expresión de sentimientos y creencias
que no tienen que ver directamente con el referente común, Dios, aunque este
agente sobrenatural pudiera formar parte del mensaje.
“Las creencias
religiosas son representaciones que expresan la naturaleza de las cosas
sagradas y las relaciones que ellas mantienen ya sea unas con otras, ya sea con
las cosas profanas” (1912:81). La teoría de la existencia de un plasma místico
llamado Mana que interactúa con los espíritus y las almas explica la sociología
de la religión de Emile Durkheim a través de la religión más primitiva
considerada por la antropología de la época, el totemismo. Que confiere al
animismo (primera teoría sobre la religión definida por Edward Burnett Tylor
cuya perspectiva se fundamenta sobre una base cognitiviva y su principal
argumento es la evolución de la religión en tres etapas básicas cognitivas:
animismo, politeísmo, monoteísmo) la creencia en fuerzas sobrenaturales que
involucra la sociedad natural en la sociedad biológica y que construye con la
base que Frazer describe para la interpretación de la ontología primitiva que
toda religión atesora, es decir la homología (imitación) o la homeopatía
(contaminación), y desarrolla estructuras capaces de adaptarse a su naturaleza.
Las razones de la homología y la homeopatía se encuentran en la Antigua Grecia
y provienen del ámbito de la medicina y por supuesto que la religión produce
efectos sobre el cuerpo, pero la íntima relación de la naturaleza, los seres
vivos, los muertos (o espíritus), los seres inertes y los fenómenos para los
que no hay explicación, ¿puede estar determinada en cualquier parte de la
Tierra? ¿Es la naturaleza por sí sola o somos los seres humanos quienes
desarrollamos una naturaleza interior para satisfacer nuestros anhelos y
visiones?
Hasta ahora hemos visto
referencias a la teoría de Durkheim en relación a otros autores
intelectualistas que nos encontramos, contrastándolos con las ideas
relativistas que mantenemos. Los intelectualistas como James Frazer, Edward
Burnett Tylor o Emile Durkheim pensaban que la categoría de creencia se da
porque tenemos en cuenta que la religión son ideas y que tiene lugar en la
mente, así para Tylor la religión es la creencia en seres espirituales mientras
que James Frazer aportó que “la creencia se formó primero”, pero tengamos en
cuenta que la religión era la forma en que se pensaba al ser humano en el siglo
XIX, en la medida en que el ser humano había desarrollado un interés por “lo
religioso”. Pero desde el relativismo y su ostensividad teórica adoptamos un
punto de vista comparativo. Además, tanto Durkheim como Freud interpretan las manifestaciones con un punto de vista
único del ritual, con el de que las ideas están claras pero su significado es
principalmente vago. Por tanto, nos hacemos la siguiente pregunta ¿si participamos
en rituales seculares como el concierto, la democracia, el deporte, las
vacaciones, la educación, estamos teniendo comportamientos religiosos? Pues
bien, en esta clase de ritos, la trascendencia es solo vagamente percibida, la
práctica es más común que la creencia verdadera.
Para recuperar las
ideas de Durkheim cabe citar su definiciñon de religión y recordar el objetivo
del trabajo como un estudio de las prácticas y creencias religiosas no
convencionales que se dan en torno a la música popular. Sabiendo que la
religión es un “sistema solidario de creencias y prácticas relativas a cosas
sagradas, es decir, separadas, prohibidas, creencias y prácticas que unen en
una misma comunidad moral, llamada iglesia, a todos los que se adhieren a
ellas”. Comprendemos que en este campo las cosas sagradas son los artista, los
estilos musicales, las vestimentas, los discos, las canciones y los conciertos
en los cuales se viven experiencias comunes para quienes interactúan con su
tótem (objeto de la naturaleza al que se otorga un valor protector y que se usa
como símbolo de una tribu o de un individuo), la música.
Me
preguntas si mi amor crecerá?
No lo sé, no lo sé
Si te quedas conmigo quizás lo sepas
No lo sé, no lo sé.
No lo sé, no lo sé
Si te quedas conmigo quizás lo sepas
No lo sé, no lo sé.
SOMETHING, THE
BEATLES
4.Hipótesis: la música es un
fenómeno religioso.
Cuando hablamos de religión a menudo
pensamos en las creencias individuales y las manifestaciones de fe colectivas
que tienen lugar en nuestra sociedad, como la Semana Santa, El Rocío, Los
Pilares, El Camino de Santiago, la Navidad, etc. Ya sea a través de
expresiones, como de conductas, por ejemplo la educación y la asistencia a
liturgias y ceremonias, en las que además de la misa podemos incluir los
funerales y las comuniones. Por eso la religión, no es solamente lo que la religión
hace, como diría Evans-Pritchard, sino que es, además, lo que las personas
hacen sin saber por qué lo hacen, es decir que a menudo, no solamente nos
encontramos manifestaciones organizadas en las cuales se llevan a cabo una
serie de ritos y se conmemora la unidad de los seres humanos en torno a un
referente común. Tal como entendemos nosotros la idea de Dios, la religión se
expresaría mediante la búsqueda de la armonía en torno al uno, pero no es así
como se han interpretado en la historia de la antropología las creencias de
otras sociedades.
En
la definición de un fenómeno religioso hay que tener en cuenta varios
componentes entre los que fijaremos las creencias, los rituales, la
organización (institución) y los sentimientos (experiencia). Para comprender en
su totalidad una práctica religiosa mediante una definición sustantiva es
imprescindible tener en cuenta la idea de trascendencia, así como la de
sagrado. Toda práctica lleva implícita la manipulación de elementos simbólicos
que expresan significados, estos a menudo llevan implícitos un conjunto de
elementos mágicos que motivan cambios en las personas y crean cierto aire de
misticismo que otorga un poder impersonal a quienes se manifiestan por ellos. A
menudo por eso confundimos las creencias religiosas con ideas de la identidad
sobrenatural de la realidad y nos referimos a creencias que no comprendemos
como hechicería, tabú, sortilegio, brujería o rito. A menudo debido a nuestro
etnocentrismo equivocamos la realidad con la verdad y a menudo la primera es
más probable que la segunda. Es decir, que desde el punto de vista
antropológico la verdad es la variabilidad de formas que puede adoptar la
naturaleza humana y con ella sus manifestaciones.
En
la historia de las religiones las definiciones se refieren a los estados de
conciencia que toda religión promueve y estos, según Marret a veces son
invisibles y subjetivos mientras que otras, como en el caso de las religiones
de los indios de las praderas o los samoanos, no es lo que se hace o se dice,
sino que la religión también “se baila”. En toda la historia de la antropología
el estudio de las creencias y los ritos ha parecido ser el medio más eficaz de
acceder a la cultura porque se presuponía que la religión era el estado
evolutivo que precedía a la modernidad al ser en cierto modo una de las
primeras formas de organización de la sociedad. Pero las etnografías que se han
dado demuestran que la religión en regiones primitivas (cuya cultura es ágrafa)
tienen elementos comunes que demuestran que el ser humano de cualquier lugar se
interesa por la trascendencia.
Sea
donde sea, la religión es una forma de dar sentido a las etapas de la vida y a
los ciclos de la naturaleza mediante actos que reúnen a las personas expresando
deseos compartidos. A menudo las ceremonias religiosas tienen un componente que
difícilmente pasa desapercibido y que podría, además, considerarse universal.
Todos conocemos la danza de la lluvia, hemos oído hablar de los derviches,
incluso habremos leído que en las batallas antiguas los generales utilizaban el
ritmo de sus tambores para comunicarse en la distancia con sus soldados, todos
los países cuentan con su propio himno y hay cultos como el Hare Krishna que no
puede prescindir de las recitaciones para comunicarse con la totalidad. Se trata
de la música, en cualquiera de sus formas, ya sea mediante voces, ya sean los
instrumentos o ambas cosas juntas, la música forma parte de la liturgia
religiosa tanto como de las tradiciones populares.
El es a quien le gustan todas las canciones
bonitas.
Y le gusta cantar solo. Y le gusta disparar su pistola.
Pero no sabe lo que esto significa. No sabe lo que significa.
Y yo digo.
Y le gusta cantar solo. Y le gusta disparar su pistola.
Pero no sabe lo que esto significa. No sabe lo que significa.
Y yo digo.
IN
BLOOM, NIRVANA
5.Justificando
el proyecto: aportaciones teórico-prácticas.
Creemos que si bien la música
siempre ha estado presente en los ritos y liturgias religiosas, la música
secular (y más concretamente desde la mitad del siglo XX en adelante) es
producto de planteamientos y prácticas que, aun no siendo estrictamente
religiosas, son similares en su forma y contenido a los ritos y creencias que
desde la sociología y la antropología se han concebido siempre como netamente
religiosas.
La
aparición de los primeros «conjuntos musicales» a mediados de siglo, junto con
los fenómenos sociales que han surgido en torno a ellos, han llevado a los
individuos a realizar todo tipo de rituales y peregrinajes, así como
divinizaciones y mistificaciones de tipo secular.
A
través de este cuestionario y el posterior análisis de sus resultados
pretendemos refutar o validar la siguiente hipótesis:
«La música, como fenómeno social y
cultural más allá del arte en sí, ha generado a partir de mediados del siglo XX
en occidente, una serie de prácticas (si se quiere conductas) y formas de
pensamiento a nivel individual y colectivo que ponen de manifiesto
características sociales y culturales propias de una religión».
Para
tratar de demostrar que hay relación entre las definiciones durkheimianas de la
religión y las características de la música emplearemos una encuesta que recoja
las categorías prácticas y acciones y
otro apartado que se encargue de las ideas,
opiniones y sentimientos que conlleven manifestaciones culturales con
carácter religioso en contextos seculares.
La
forma de aproximarnos a las creencias y prácticas individuales y colectivas que
se encuentran en el campo de la Música es mediante una encuesta de tres
apartados: Variables, Categoría Ritual y Categoría Creencia. Siguiendo a
Durkheim observamos que la religión no es la mera existencia de elementos que
violan categorías ontológicas porque necesitamos a su vez observar la religión
desde el marco de la solidaridad, es decir, mediante la valoración
antropológica de los valores que se mantienen en una relación de los creyentes
con los elementos religiosos ya sean dogmas, ya sean símbolos.
Para
ello hemos seleccionado elementos que nuestra cultura contiene y que son
producto de una evolución técnica, por eso, la primera parte de la encuesta es
para ordenar las variables empíricas y poder sacar resultados de ellas.
Empezamos recogiendo la edad porque a
priori creemos que la música que escuchamos de pequeños se transforma a medida
que crecemos y además, comprobaríamos si las personas de la misma edad tienen
por qué escuchar, por ejemplo, estilos diferentes o manifestar sus ideas con
instrumentos parecidos. El indicador sexo
es imprescindible pero a la hora del análisis no creemos que tenga grandes
efectos. El lugar de nacimiento es
importante para saber si las bases culturales que tenemos para interpretar
nuestros gustos musicales varían dependiendo de la educación, la lengua o la
adaptación a un entorno nuevo. El nivel
de estudios a priori no reporta gran información. La pregunta sobre creencias indica el contraste, puesto
que en la sociedad secular la faceta de la espiritualidad sustituye a la de la
creencia y hoy la religión se vive más de lo que se siente, por tanto es
necesario comparar las opiniones de creyentes y no creyentes en cuanto a sus
gustos musicales porque a lo mejor descubrimos ciertos tabúes tanto en los
creyentes como en los no creyentes en cuanto a los gustos musicales. El
indicador empírico voto nos indica si
la persona tiene interés en la política.
Los
apartados siguientes están divididos en dos partes. La primera de Prácticas y
Acciones está diseñada para observar todo tipo de rituales que ostensivamente
hemos seleccionado como espectáculos musicales, así observamos las acciones
individuales y colectivas que se ven en la experiencia
con la música y la relación de los encuestados con la “puesta en escena”,
las “formas de consumo”, las “instituciones sociales” y los “actos públicos”.
En la segunda parte, que es algo más corta, hemos cuestionado las Opiniones,
Creencias y Sentimientos sobre algunos temas que tienen que ver con la experiencia con la música que tienen un
carácter totalmente subjetivo y en el que nos podemos encontrar gran variedad
de respuestas relacionadas con la ideología política y religiosa dogmática.
Una nueva religión,
que no tiene ningún Dios,
su credo es manipulación,
su vía la televisión.
que no tiene ningún Dios,
su credo es manipulación,
su vía la televisión.
RELIGIÓN,
LORI MEYERS
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