El punto de partida.

No pretendo llamar la atención sino más bien que quien se atreva a darme su confianza con su paciencia para atender a unas cuantas palabras ordenadas a mi manera me la llame a mí.

Enfrento ahora una explicación lógica de las cualidades metafísicas de la luz, supongo que es muy atrevido pero también lo es ir a un Casino donde las personas convierten su dinero en humo y cada día hay más casinos en las ciudades, ten paciencia y aunque no lo comprendas tampoco debes de sentirte engañado, solo confía en tu instinto, si tu imaginación te lleva no le niegues el favor.

Ningún círculo que tenga un centro visible contendría el espacio para ser llenado por figuras en movimiento dependiendo de si el centro cuente como Punto o como Nada al atravesarlo por sus infinitos radios.

Si fuera posible contener en un centro el equilibrio de una serie ilimitada de puntos y que ellos no estuvieran contenidos en su centro la voluntad de desplazamiento de toda su inercia estable perdería el concepto de duplicidad y todo lo que sucediera entre puntos habría provocado la dispersión equilibrada del cinturón y sin embargo tampoco tendría centro porque en el espacio no hay nada a parte de luz ¿quiere eso decir que lo que da equidistancia al círculo es la Luz? A lo mejor la luz se desarrolla en el vértice de la curva y el centro del círculo no sea más que el reflejo de una expansión ilimitada de iones foto-voltaicos curvos y contienen una pequeña parte de luz y otra igual de sombra que transmutan mediante la misma energía que hace a los pájaros cantar y al ser humano investigar. La pregunta inquisidora bajo la cual el espacio es a la vez sombra y luz confiere al Sol un poder sumiso y a la Tierra la convierte en el huerto de almas sumisas que todos escondemos. Si el Sol puede crear vida la Luna sólo puede mantenerla muy al margen de nuestra atracción fatal hacia el constante contraste entre calor y frío que a pedir perdón no se someterá a nuestro calaje en la impetuosa primavera del clima Atlántico. 

No soporto la oscuridad metafísica de contrastar lo evidente en la materia cuya sofisticación avanza al margen de la impropia efervescencia de nuestra ciencia cuyo perdón, en nombre del León os ruego, confío en que ustedes exijan algo recíproco. Ahora que se mueven los astros, la cumbre de la que tanto hemos oído hablar roza Perseo mientras confía a su padre Zeus el arte de la propulsión que sofistique la ardua tarea de partir a caballo en una estación lluviosa, encomendada a pueblos de la Luna, no es casualidad ver arder las cosechas cuando Dios no está mirando incluso en lugares donde los días son más largos. Subimos hacia la tensión que acumula el contexto positivista de necesidad implícita de orden aunque los contextos puedan atraer diferentes tipos de orden; los espejos reflejan la realidad vista de espaldas.

En cierto aspecto el ser humano es un ser pequeño y para mantener el equilibrio de su finitud  también debería dedicarse a tareas pequeñas entre comillas que aporten algo a sus vidas porque no son tan largas y están llenas de circunstancias que tienen que ver con sus medios de producción  y la disciplina para la explotación de sus fuerzas de producción porque la naturaleza no nos ha hecho semejantes a ella o equidistantes ya que nos abandonamos al ciclo vital y todavía no he visto hombre convertirse en madera ni mujer convertirse en diamante, y quizás solo existamos como animales pero no como esos seres de Luz que son las aves. Una vez observé a un gorrión caminar por una pared vertical, estaba literalmente paralelo al suelo, como una sombra. No es óbice para defender el ecologismo a no ser que incluya medios educativos y soporte vital independiente al menos en un 70% y lo más importante es que cuente con un entorno con animales domésticos y fábrica textil. Con esto solo quiero señalar que la naturaleza puede engullir tu pasaporte y declararte como proscrito de su propio orden natural. Los animales aún así son tan importantes como los pájaros, porque nos hacen mirar al cielo y de donde es probable que provenga toda nuestra luz.

APÉNDICES:

-Snorri/Hyndlulod: (42) El mar llega a veces hasta el mismo cielo, anhega las tierras y el aire rechina; de ahí las ventiscas y los raudos vientos: indican así el fin próximo de los dioses.

-Jordi Riba: pág57. La fe en la ciudad secular. Laicidad y democracia. Tema 'Irreligión, crisis de modernidad, democracia.
En palabras de Jean Duvignaud, que ha estudiado el cambio social como fundamento de la sociedad humana, es esencial tener en cuenta los hechos que se sitúan allá donde se han establecido cortocircuitos brutales entre los distintos discursos político-literarios, causando configuraciones inusuales, aún no conceptualizadas y siempre caducas.



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